Capítulo 13: Llamada de Auxilio

Hermione miraba, mordièndose las uñas, el reloj en la pared de enfrente. Nunca había tenido tantos deseos de que acabase un día de escuela. Necesitaba hablar con Amy. Y pronto.

Por fin, el timbre que indicaba el final de la clase repiqueteó insistentemente, y los alumnos salieron en bola del aula.

Hermione echó a correr para coger el autobus que la llevaría a su casa.

Herm llegó a la seguridad del confortable apartamento de Amy. Lanzó la mochila debajo del escritorio y corrió a la habitación de ésta.

-Adlorpe Ad Nuem-

La imagen en el espejo se distorsionó como si se hubiera transformado súbitamente en agua. Del otro lado, la imagen de Hermione, con su playera de baseball y sus jeans, con el fondo de la pared la habitación de Amy, se transformó en la de Amy, con su túnica de Howgarts, tirada sobre la cama en la habitación circular de las chicas de sexto curso.

-¡¿Amy?!- dijo Herm, sorprendida -¡¿Què te ocurre?!-

Amy se secó las lagrimas.

-nada, nada. Cosas tontas. ¿Que necesitas?-
-Es Luis-
-Que hay con él?-
-Tiene la fecha del primer partido.-
-Y?-
-Quiere que juege-
-Oh... Ya veo. Eso es un problema.-
-Dímelo a mi-
-Vaya. Para eso sólo hay una solución.-
-Cual?!-

Amy se echó a reir.

-Que no es obvio? Necesito enseñarte!-
-Enseñarme?-
-Por supuesto. No es difícil. Tú lo llevas en la sangre.-
-Más bién... Tú lo llevas en la sangre. No tenemos los mismos padres. Recuerdas?-
-Bueno, bueno. Creeme. Puedes hacerlo. Yo soy tú, y te lo garantizo.-
-Pero yo no...-
-Creeme. Podrás. Cuando es el partido?-
-Hoy en la noche-
-¡¿Qué?!-
-Hoy en la noche. Amy... ¡¿Que hago?!-
-Espérame. Voy para allá.-